Ya se sabe que el orden en una casa es imprescindible para tener una convivencia feliz.
Hoy os voy a presentar un invento (americano, por supuesto) para ordenar a los más peques.
Lo acuestas, lo cierras y lo guardas.
¿O lo he interpretado mal y es al revés?
Tal vez la resaca de la verbena de San Juan me está obnubilando en demasía.
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