En algunos momentos,
poquitos, poquitos, y sobre todo cuando estoy a punto de dormirme, pienso en
dejar de fumar. Y al ver esta noticia he encontrado la solución.
Ibrahim
estaba ya harto de intentar dejar de
fumar. Lo había probado todo pero no había manera, así que este turco
de 42 años decidió poner fin a sus 26
años de adicción de la manera más radical posible: se ha puesto una jaula en la cabeza. Las
llaves las tiene su mujer y su
hija mayor.
Mi único problema es que
si les doy las llaves a mis hijos, y no viene nadie a comer o a cenar para
abrirme la jaula, ayuno por obligación.
Cosa que tampoco estaría mal para
mantener la línea.
¡Uysh! Con tanto hablar
del tema, me voy a encender un cigarrito.
1 comentario:
Esto es un puto rollo. Se ha puesto la máscara para que la mujer no le saque un ojo, mira como le ha dejado el brazo. Es que algunas tias son muuuuuuuuuu bestias. Jajajajajajaja
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